28 de gener 2009

episiotomía

El trauma perineal es una de las complicaciones más frecuentes en el período expulsivo del parto, bien como desgarro perineal (espontáneo) o por realización de episiotomía (iatrogénico).
Algunos de los factores que influyen en la aparición de trauma perineal son susceptibles de intervención por parte de la matrona, como son:
- El tono y la elasticidad del periné, que pueden modificarse con técnicas de preparación perineal (ejercicios de Kegel, vasculación pélvica, baños de asiento, aplicación de compresas calientes, MP antenatal y durante el expulsivo).
- La salida de la cabeza fetal de forma controlada, mediante los pujos espontáneos o naturales.
- Las maniobras de protección perineal y el refrenamiento activo de la cabeza fetal durante el expulsivo.
- La postura que reduzca la presión sobre el periné y la distribuya por igual (en cuclillas, sentada, en silla de parto, decúbito lateral).
- El ejercicio y la ganancia de peso durante el embarazo.
Otros, sin embargo, no son modificables, como la edad materna, la paridad, la duración del expulsivo, la analgesia (epidural o pudenda) durante el parto, la sospecha de pérdida de bienestar fetal, el parto instrumental, la presentación y posición fetal, el peso del recién nacido, la presencia de episiotomía previa, la presencia de estrías, la distocia de hombros, la etnia, la patología materna y el peso previo al embarazo.
La FAME (fededración de asociaciones de matronas) ha publicado recientemente un documento de consenso para la iniciativa del parto normal. En él se recoge que el masaje perineal durante la gestación es efectivo para reducir el trauma perineal y las episiotomías.
La aplicación del masaje durante el tercer trimestre de gestación persigue estirar y ablandar los tejidos, incrementar la elasticidad del periné y familiarizar a la mujer con la sensación de estiramiento, permitiendo relajar más esta zona durante el parto.
Es cierto que la aplicación del masaje perineal puede ocasionar molestias durante las primeras semanas, pero éstas irán desapareciendo gradualmente. Para evitarlas se debe comenzar la técnica sin forzar los movimientos dando tiempo a que los tejidos se habitúen al masaje.
No debemos “agobiarnos” por realizar una técnica perfecta del masaje, siendo más importante la constancia en su seguimiento. La propia mujer verá los efectos rápidamente, observando como su periné cada vez es capaz de alcanzar una mayor distensión de los tejidos con menores molestias.
El masaje se puede aplicar con distintos lubricantes, los más usuales son el aceite de rosa de mosqueta, el aceite de almendras dulces y el aceite de oliva.
Es recomendable el aceite de rosa de mosqueta en cápsulas monodosis Twist-off de 0.5ml con vitamina E natural (tocoferol) añadida (antioxidante que preserva las propiedades del aceite) por ser uno de los aceites más hidratantes que se conocen. En su composición destaca un alto porcentaje de ácidos grasos insaturados (linoleico en un 49% y linolénico en un 34%) que en el organismo actúan como precursores de las prostaglandinas, las cuales, entre otras funciones, intervienen en la regeneración celular de membranas, mecanismos de defensa y procesos fisiológicos y bioquímicos de regeneración de tejidos.
El sistema Twist-off aporta seguridad e higiene al evitar la contaminación bacteriana garantizando la ausencia total de aire, impidiendo además la pérdida de propiedades de los activos del aceite. Por otro lado, resulta de fácil manejo para la gestante.

¿Cómo se realiza el masaje?

1. Lávate bien las manos. Las uñas deben estar recortadas y limpias.
2. Vacía la vedija de orina antes de comenzar. Familiarízate con tu periné. Puedes ayudarte en un espejo.
3. Aplícate compresas templadas o realiza el masaje después de haberte duchado.
4. Colócate cómodamente. Puedes optar por estar en cuclillas, semisentada o apoyada en la pared.
5. Si se realiza automasaje, es más fácil utilizar el pulgar. Para la pareja será el índice y/o el corazón. Lubrica los dedos con un aceite antes de empezar.
6. Cómo hacerlo:

a) Introduce los dedos en la vagina 3-4 cm, presiona hacia abajo y hacia los lados de la vagina con un movimiento de balanceo firme pero delicado, estirando la zona hasta que se sienta una leve sensación de escozor o quemazón. A continuación desliza el dedo desde la vagina hacia fuera y viceversa, manteniendo una ligera presión durante dos minutos.
b) Coloca los dedos en la entrada de la vagina (horquilla) y realiza una presión hacia abajo durante dos minutos o hasta que te moleste. Esto te ayudará a imaginar la presión que ejercerá la cabeza del bebé.
c) Después coge esta zona entre el dedo pulgar y los opuestos, a modo de pinza, y realiza un movimiento de vaivén, de un lado a otro, para estirar el tejido de la entrada de la vagina y la piel del periné. Realiza este movimiento durante 2-3 minutos.
Para terminar, manteniendo los dedos en la misma posición, realiza estiramientos desde dentro hacia fuera abarcando la zona inferior y lateral de la vagina y piel del periné, durante 2 minutos. Esto te ayudará a relajar la zona.

La frecuencia del masaje será de 3 veces por semana durante 10 minutos. Se realizará al menos 3 semanas a partir de la 34ª semana de gestación.

Redacción: Irene Juárez Pérez, matrona en el Hospital de Fuenlabrada.

Yo utilicé aceite de rosa mosqueta con vitamina E añadida que pedí en una farmacia donde tenían laboratorio propio, a un precio muy asequible, ni punto de comparación con los preparados comerciales de rosa mosqueta!.

Consejos de una matrona:

"Parir sin desgarrarse y conservar el periné integro es una meta para todas las parturientas. Nos encanta conservar nuestros genitales completos e intactos. Mucha gente cree que la integridad de la vagina y del periné en el parto es una cuestión de suerte, fortuna o un regalo que depende de las fuerzas que concurren en el momento del parto.
Hay bastante folklore en torno a preparar o masajear el periné en el embarazo. Ninguna otra especie de mamíferos hace algo así. Decirle a una mujer que se de masajes en el periné durante el embarazo supone una falta de confianza en sus tejidos, que están perfectamente diseñados para parir al bebé.
El trabajo para conseguir un periné intacto hay que iniciarlo mucho antes del parto. Se trata de explicar las sensaciones que se notan conforme la cabeza del bebé estira los tejidos, y alertar a la madre de los riesgos que tiene empujar, con el fin de ayudar a la mujer a tener un expulsivo suave para el bebé y para ella.
Las mujeres tienen muchas ganas de escuchar durante las charlas prenatales la realidad del parto. En los siguientes puntos resumo la información que yo les doy sobre la segunda fase del parto, lo que se conoce como "expulsivo".
Empezarás a tener ganas de empujar cuando sientas una sensación como de tener que defecar, una presión en el culo. En esta parte no tendremos ninguna prisa. Te conectarás con tu cuerpo y procurarás no impacientarte. Esto permitirá que tu cuerpo libere hormonas para tu periné que lo reblandecerán al máximo para el momento en que la cabeza del bebé lo estire.
La presión en tu culo se hará más fuerte, hasta que tengas la sensación de que te estás partiendo en dos y de que no lo puedes soportar. Esto es normal y ninguna mujer se ha roto en dos, así que tú no vas a ser la primera que lo haga. Como ya habrás aprendido que esto es lo normal te relajarás y verás que ésta es una sensación interesante y extraña. Tal vez incluso pienses "Vaya, Gloria me dijo que sentiría esto y tenía razón. Supongo que esto ocurre desde los principios de la humanidad...".
Cuando empiezas a sentir el círculo de fuego, no hay ninguna prisa. Te animaré a que empujes como te apetezca hasta que la cabeza esté coronando (cuando la mayor parte de la cabeza ya es visible). Lo único que tocará tus partes será el paño caliente y tus manos. Es muy importante que la matrona mantenga las manos alejadas porque en ese momento tus tejidos están hinchados y llenos de sangre, y sólo con apretarte con los dedos te puede hacer un moratón o raspazo. Esto puede producirte un desgarro.
El momento de la coronación (cuando sale la cabeza) es muy intenso y requiere que te concentres exclusivamente en notar la sensación de quemazón como una sensación segura y sana que no se parece a nada que hayas sentido antes.
Tu matrona sólo te dará consejos positivos de la forma más sencilla posible para que no te desconcentres. Típicamente te dirá cosas como: "Muy bien, suave... suave... suave... aguanta, aguanta, no aprietes ahora.
Cuando la cabeza haya terminado de salir notarás un inmenso alivio. Entonces tienes que seguir centrándote en la siguiente contracción, que hará que salgan los hombros del bebe. Luego todo el cuerpo del bebé saldrá rápidamente con muy poco esfuerzo por tu parte."

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