La Medicina Antroposófica, a diferencia de la convencional –y al igual que otras terapias denominadas complementarias- se fundamenta en la concepción integral del ser humano. Éste está constituido de un cuerpo u organización física, alma o conjunto de emociones y espíritu o conciencia. Para su diagnóstico y terapia es necesario tener en cuenta las relaciones complejas que existen entre estos tres componentes.
Ésta medicina considera a la enfermedad un intento de transformación, y establece un paralelo entre las etapas de las dinámicas patológicas y la evolución de los fenómenos naturales del reino vegetal, mineral y animal que rodean al ser humano.
Los preparados homeopáticos, los extractos de planta, los medicamentos concebidos y elaborados según la Antroposofía se dirigen al ser humano en su conjunto con el objeto de apoyar al paciente para que sea capaz de restablecer su propio equilibrio.
Las ciencias naturales y la ciencia espiritual deben complementar sus investigaciones para que el ser humano pueda ser entendido en su unidad. Las ciencias naturales presentan como hipótesis básica que la percepción sólo es posible gracias a los sentidos, pero de esta forma lo único que percibe es una parte de la verdad, ya que nuestra realidad no está constituida exclusivamente de objetos físicos y mensurables.
El ser humano y la naturaleza se encuentran emparentados por su evolución común. De esta manera la formación del cuerpo, la vida, la conciencia del mundo y la de sí mismo representan las cuatro grandes etapas de la evolución que conducen desde el reino mineral hasta el ser humano. Estas cuatro grandes fases corresponden en el ser humano a su cuerpo físico, su organización vital (estado de crecimiento o desarrollo temporal), su organización anímica (comprende ámbitos de la sensibilidad y el sentimiento) y su YO (esta propiedad hace posible el ejercicio de la ciencia, el arte…). Nos podemos considerar emparentados con el reino animal por nuestra organización anímica, con el reino vegetal por la organización vital y con el reino mineral por la organización física. Pero además poseemos la facultad de conciencia de nosotros mismos.
El cuerpo físico se puede medir, pesar y analizar cuantitativa y químicamente. Le debemos nuestra forma perceptible en el espacio. Los métodos de las ciencias naturales nos permiten describirlo bajo los aspectos más diversos.
No obstante, estos análisis no tienen en cuenta que la organización física es el resultado de varios procesos de desarrollo de los seres vivos, que comienzan con la fecundación. Sólo después de la muerte su cuerpo físico obedece en exclusivo a las leyes de la física y la química.
Extret de la web de Weleda
A mi tot això em sona a "sermón de cura" o "màrqueting de dissenyador gràfic": paraules buides amb només un sentit aparent que tenen la única finalitat de vendre't un producte inútil.
ResponEliminaÉs la teoria filosòfica de Rudolph Steiner, no pas un discurs de la marca Weleda.
ResponEliminaAixò no em canvia res del que penso. Que sigui el pensament d'un filòsof no li dóna ni més ni menys valor. Potser orininalment no estava pensat per vendre res, però sí s'ha utilitzat per vendre.
ResponEliminaDe tota manera es desqualifica per ell mateix, el que es faci servir per vendre és accessori.
Completament en desacord, a la medicina alopàtica també es venen els tractaments (deu n'hi dó amb la indústria farmacèutica nen!!)
ResponEliminaPerò es clar, com en les vacunes, cadascú dóna valor i credibilitat al que és més fidel als seus raonaments personals.
"Deu n'hi do amb la indústroa farmacèutica, nen!!" Aquí no hi ha discussió i estem totalment d'acord. La indústria farmacèutica és, malauradament, un gran negoci i no una ONG.
ResponEliminaSobre la resta, sembla que tindrem temps de discutir en profunditat...